1. El sistema Paroli
Se trata de un sistema ampliamente popular entre los apostadores más experimentados que consiste en aumentar la cifra que se arriesga en cada salida en función de las ganancias previamente adquiridas. Es decir, se jugarán cifras cada vez mayores en la medida en que las ganancias obtenidas a través del juego lo permitan. Esta estrategia se reinicia cada vez que hay un fallo, o que el jugador decide que las ganancias deben ir ahora a su bolsa de forma definitiva.
Este sistema de apuestas busca reducir los riesgos que el jugador asume tras sus primeras rondas de apuestas, poniendo en juego nada más que un porcentaje significativo de sus ganancias y procurando salvaguardar el capital originalmente invertido. La idea del sistema Paroli es que ‘trabajemos’ con el mismo dinero que hemos obtenido en la casa de apuestas.

2. El sistema Fibonacci
Probablemente hayas escuchado antes del matemático italiano Leonardo de Pisa y de su sistema de sucesión progresiva basado en los siguientes dígitos: 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34. Pues bien, en este caso si conoces la mecánica detrás de esta progresión habrás advertido que cada dígito se compone de la suma de los dos anteriores y de nuevo, este sistema apunta a darnos pistas sobre la apuesta que debemos fijar como máxima y lo que nos propone es aumentar una unidad de juego con cada éxito y retroceder dos con cada fracaso.
La idea de nuevo es proteger nuestro capital inicial, con lo cual no hace falta que lleguemos hasta 34 antes de reservar algo para nuestro bolsillo, todo depende por supuesto de la forma en la que esté fluyendo nuestro juego. En algún momento podríamos simplemente volver a nuestro nivel de apuestas inicial con el primer fallo.
3. Apostar al empate
Cuando hablamos de fútbol, el mercado que suele tener cuotas más altas en el enfrentamiento entre equipos que pueden llamarse ‘parejos’ es siempre el empate. Sin embargo, se trata de un mercado que no muchos exploran precisamente porque las cuotas altas sugieren la asunción de un gran riesgo, no obstante, por regla casi que matemática los equipos que tienen defensas más sólidas y menos vocación de ataque suelen ser perfectos para este tipo de apuestas tan específicas.
La diferencia en esta estrategia consiste en que se necesita tener conocimiento específico de los equipos que saltarán a la cancha, no se trata simplemente de minimizar riesgos o maximizar ganancias, sino utilizar la estadística para llegar a un pronóstico exitoso. Algo que podría llegar a favorecernos mucho en este tipo de juegos, es que algunas casas ofrecen devoluciones en casos de empate 0 - 0, con lo cual, apostar 1 - 0 o 0 - 1, quizás pueda llegar a favorecernos también.

4. Entender el valor de los mercados under/over
Tal como en el caso anterior, esta vez lo que debemos anticipar en caso de que haya goles es la cantidad que veremos en el resultado. En algunos campeonatos en particular, los partidos suelen terminar con resultados abultadísimos -veamos por ejemplo La Copa Oro- razón por la cual es improbable que nos encontremos con una cuota verdaderamente favorable, sin embargo, si hacemos nuestra búsqueda con cuidado y conocimiento del torneo que navegamos podríamos encontrarnos alguna sorpresa.
Veamos por ejemplo un caso hipotético de la Liga MX entre el equipo que sea que va en punta y que marca en promedio 2 goles por partido, enfrentado a uno de los coleros que no sólo es débil es defensa, sino que tiene un promedio de 1 gol por partido. Un número rápido que podríamos anticipar es un resultado de 3 - 1, 3 - 0, e incluso un 2 -1. Con lo cual sí o sí vamos a tener un pronóstico más o menos exitoso.
5. Aprovechar tu oportunidad en los eventos en vivo
Se trata de una modalidad de apuestas que podríamos llamar ‘ideales para oportunistas’. Todos sabemos la forma en la que fluctúan las cuotas una vez que se ha iniciado un evento deportivo, llámese pelea de boxeo, partido de fútbol, futbol americano o de baloncesto. Pues bien, de lo que se trata en este caso es de sumergirse en la dinámica de juego y de aprovechar nuestra capacidad de anticipar un gol, o un golpe de K.O para poner la apuesta en el momento justo.
En este caso también es muy importante conocer en detalle a los equipos o contendientes que están en la arena, saber qué puede traducir una expulsión o un cambio de último minuto hecho por el cuerpo técnico. De lo que se trata siempre es de anticipar lo que va a suceder y por supuesto, de tener dedos rápidos para que nuestra apuesta entre antes de que sea demasiado tarde.
6. Buscar apuestas sin variable
Cuando apostamos a un juego de temporada regular de cualquier campeonato de fútbol intentando anticipar el ganador, por lo general estamos expuestos en un 66% a fallar. Es decir, podría ganar el Equipo A, o el Equipo B, pero siempre quedará la posibilidad de un empate en cuyo caso también resultaríamos derrotados. Las apuestas sin variable, conocidas en el mundo de las apuestas deportivas como HA 0, son una modalidad en la que el corredor ha eliminado la posibilidad de empate, con lo cual reduciremos nuestra exposición solamente al 50%.
Es cierto que tienen cuotas menores, pero reducen considerablemente nuestro riesgo. Este tipo de apuesta suelen ser utilizada por fanáticos que juegan más con el corazón que con la cabeza, pero la razón es clara, a la hora de apostar con nuestro dinero, minimizar el riesgo es crucial.
Una conclusión sobre las estrategias para apostar en deportes
Ninguna estrategia es 100% efectiva y todas fallarán si tus pronósticos no son buenos, la mayoría de los apostadores aplican sus estrategias simplemente para reducir o controlar los riesgos que asumen, así como para maximizar sus ganancias. Hay cientos de estrategias disponibles en la web que te enseñarán a “hacerte millonario”, no obstante, te instamos a jugar siempre con la cabeza y no con el corazón.
Ten en cuenta que parte de lo divertido de las apuestas deportivas es que son en sí mismas un deporte, en el que lo que pondremos en práctica es nuestro conocimiento deportivo, nuestra habilidad para anticipar resultados y nuestra suerte, convertirlas en un modus vivendi puede ser contraproducente y arruinar la diversión.
